"EN LA CIUDAD DE MÉXICO HAY 2.2 MILLONES DE DIABÉTICOS"
• Se realizó un nuevo webinar dirigido a médicos y médicas de atención de primer nivel sobre la Diabetes mellitus 2 y su incidencia en Covid 19 que fue puesto en marcha por la doctora Rosaura Ruiz Gutiérrez, secretaria de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación
Los expertos en diabetes mellitus 2, externaron su preocupación por la curva creciente en la prevalencia de esta enfermedad en la ciudad y en el país, y establecieron la relevancia de que la población mejore sus formas de alimentación y la necesidad de ejercicio físico con regularidad.
En su intervención en el foro, la doctora Rosaura Ruiz Gutiérrez, secretaria de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación refrendó que, pese a que hay una base genética de este padecimiento, lo importante es el estilo de vida; la forma en que uno se alimenta, la cantidad de movilidad que tiene, el ejercicio. Se trata de algo fundamental, pues se tiene que generalizar este conocimiento entre la población.
David Kershenobich, director general del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMSZ), dijo que la diabetes ha adquirido una relevancia aún más importante como comorbilidad en los pacientes con Covid 19.
Por ello, argumentó, el papel del médico en la atención primaria se vuelve fundamental porque es el primero en entrar en contacto con estos pacientes, algo que favorece el diagnóstico y la educación preventiva, incluso con la posibilidad de indicar si una persona es prediabética.
El doctor José Enrique González Hernández, director de la Clínica Especializada en el Manejo de Diabetes de la Ciudad de México, refirió que hoy en el orbe se registran 463 millones de enfermos, muy por encima de la previsión de 450 millones que había para 2040.
En la Ciudad de México, detalló que, de acuerdo al Instituto Nacional de Salud Pública, hay 2.2 millones de personas con el padecimiento; además, el 17 por ciento de la población en esta capital es prediabética con un escenario en el que más del 70 por ciento de los habitantes tiene sobre peso u obesidad. De quienes reciben tratamiento, abundó, sólo una cuarta parte recibe el adecuado.
A medida en que las personas con la enfermedad crecen, los esfuerzos y las estrategias conjuntas también aumentan, pero sobre todo la atención individualizada, añadió.
Entre más rápido se haga una intervención agresiva y se asigne un tratamiento, habrá mayor esperanza de vida, menores comorbilidades y complicaciones. Todo ello se hace a través de la educación, del monitoreo frecuente de la glucosa y del ajuste constante del tratamiento según el abasto del fármaco, pero, sobre todo, la disposición de dispositivos inteligentes que ayudan a tener un monitoreo continuo, explicó.
En su participación, el doctor Carlos Aguilar Salinas, investigador del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ), señaló que, con las encuestas nacionales de salud, México es de los pocos países en América donde existe una actualización constante de la prevalencia del padecimiento.
Al respecto, citó que de 1994 a 2012 el porcentaje de casos diagnosticados en el país se incrementó del cuatro al 10.3 por ciento. Existen tres grandes retos: el alto índice de personas en riesgo, la falta de identificación de los casos, y la ineficacia en el sistema de salud para controlar y atender enfermedades crónicas, puntualizó.
El también ganador del Premio Nacional de Ciencias en 2018, indicó que la diabetes siempre viene acompañada de diversas patologías, y expuso que uno de los mensajes para las y los médicos de primera atención es que el diagnóstico debe ser sinónimo de buscar, de manera intencionada, otros factores de riesgo cardiovasculares.
Más del 60 por ciento de la población mexicana presenta niveles de triglicéridos elevados, mientras que el 50 tiene altos índices de colesterol, aunado a otras complicaciones crónicas, informó.
El INCMNSZ, detalló, generó un esquema propio para el tratamiento enfocado en la prevención de las complicaciones llamado CAIPaDi (Centro de Atención Integral del Paciente con Diabetes) que permite lograr en pocas consultas, las metas de control con base en la implementación de las guías de práctica clínica, el empoderamiento del paciente, y la resolución de los factores que limitan la adherencia terapéutica.