USUARIO DE PILARES EN TLÁHUAC LANZARÁ SU PROPIA EMPRESA TEXTIL
• Leopoldo Ramírez, de 39 años, proyecta su propia línea de playeras y pijamas tras cursar los talleres del centro comunitario “Ana Bolena” de la demarcación
•En la alcaldía hay 18 sedes de estos centros comunitarios que albergan una población de más de 55 mil usuarios
“Polo”, como suelen decirle sus compañeros del Punto de Innovación, Libertad, Arte, Educación y Saberes (PILARES) “Ana Bolena”, en Tláhuac, conoció el centro comunitario por una actividad de acondicionamiento físico.
Después de una ausencia, regresó y se inscribió al taller de Confección Textil. “Es momento de aprender algo nuevo, me dije, y empecé mis clases el mismo día que vine a pedir informes. La docente me ofreció la oportunidad de desarrollar un proyecto de playeras y pijamas. De manera paralela, cursó otro taller, el de Creación de Marca”, relató.
Con la profesora de este último taller ya tiene avanzados diseño, logotipos, logística, registro de marca y proceso legal.
Más adelante, incursionará en redes sociales y en la fotografía del producto, refirió.
Para Leopoldo, cursar ambos talleres empezó como un pasatiempo que ahora se ha transformado en un proyecto de vida.
“Tomo clases de confección cuatro veces por semana, mientras que de Creación de marca, sólo dos. He tenido mucho apoyo por parte de mis docentes”.
Para arrancar el proyecto, dará a conocer su empresa a través de redes sociales. El lanzamiento y venta del producto será en línea. “Las etiquetas de la ropa, la presentación del envío, los medios de distribución y el manejo de imagen ya los estoy trabajando”, adelantó.
La meta a mediano plazo es la apertura de una tienda física. “Desde cero se pueden lograr grandes cosas. La idea es iniciar con envíos locales, pero si existe la posibilidad de realizarlos foráneos, lo haremos, aunque de ello dependerá mucho la difusión y la comunicación sobre el negocio”.
Ramírez trabaja por cuenta propia, lo que le permitirá adquirir material y la posible contratación de personal para armar, cortar y coser.
“Buscamos que el negocio vaya creciendo poco a poco, que sea escalable”, detalló.
Sobre su actual empleo, comentó que ofrece asistencia a determinadas empresas. Además, instala y da servicio y mantenimiento a equipos. Es divorciado, tiene dos hijos y actualmente vive con su papá.
Licenciado en Turismo, Leopoldo nunca imaginó que su llegada al PILARES le cambiaría la vida. “Es algo que, si no lo estuviera viviendo, no lo creería, pues nunca me vi confeccionando una prenda; desde elegir la tela y hacer los cortes, hasta conocer los diferentes tipos de máquinas y aprender a utilizarlas”.
Para este emprendedor, PILARES fue un acierto del actual gobierno capitalino, pues no sólo ayuda a la gente a concluir sus estudios de educación básica, media básica y superior, sino que les facilita el uso de equipo con Internet gratuito.
Además, la oferta de talleres es muy amplia. “Me ha tocado ver chicas que toman clases de Reparación de electrodomésticos, o la emoción de niños en sus clases de defensa personal, de básquetbol o en el club de tareas. Estos centros comunitarios nos abren las puertas al emprendimiento, a la autonomía económica, a la cultura y al deporte”.
PILARES cambia vidas en muchos sentidos.
“Agradezco al gobierno que se ocupe de los más vulnerables, en la gente con deseos de superarse y que no cuenta con los recursos”, expresó.