“TIENE QUE HABER MAYOR DEMOCRACIA PARTICIPATIVA EN LA UNAM”

Publicado el 23 Junio 2021
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• Un grupo de universitarios, entre los que figuraron la doctora Rosaura Ruiz Gutiérrez, titular de la SECTEI, y el doctor Leonardo Lomelí Vanegas, secretario general de la Universidad Nacional, entre otros, participaron en la presentación del libro “Noventa años de libertades universitarias”

Con reflexiones de destacados universitarios en torno a la situación actual y futura de la autonomía en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la necesidad de consolidar su democracia participativa, hoy se presentó el libro “Noventa años de libertades universitarias”. En el encuentro participaron el doctor Leonardo Lomelí Vanegas, secretario general de la UNAM; la doctora Rosaura Ruiz Gutiérrez, titular de la SECTEI; el maestro emérito de la Universidad Nacional, el doctor Sergio García Ramírez; el doctor Luis Raúl González, coordinador del Programa Universitario de Derechos Humanos (PUDH); y como moderador, el doctor Hugo Casanova, titular del IISUE.

En su intervención, la doctora Rosaura Ruiz Gutiérrez, secretaria de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación (SECTEI), recordó que el texto compila participaciones del coloquio respectivo organizado por la secretaría general de la UNAM en 2019, y expuso que reflexionar sobre lo que significa actualmente su autonomía para la Universidad y las universitarias, permite avanzar con paso firme hacia la Universidad del futuro.

Desde luego, añadió, estamos conscientes de nuestras responsabilidades y la relación con los demás actores e instituciones en México y el extranjero que participan en la generación de nuevo conocimiento y, sobre todo, en la educación de las próximas generaciones de libres pensadores. El libro convocó a destacados universitarios; fue coordinado por Leonardo Lomelí y por Hugo Casanova, y también contó con la participación de Sergio García Ramírez, Mercedes de la Garza, Juliana González, Alberto Vital, Pedro Stepanenko, Enrique González González, Ana Carolina Ibarra, Renate Marsiske, Rolando Cordera, Antonio Lazcano, Humberto Muñoz y Ángel Díaz-Barriga.

La doctora Ruiz Gutiérrez se refirió a que la UNAM debe construir una mayor apertura hacia la democracia participativa para que estudiantes, profesoras y trabajadoras puedan tener mayor incidencia en sus decisiones. Existen retos importantes en cuanto a la administración de nuestra casa de estudios y la democracia de nuestros órganos de gobierno, entre otros, precisó.

No podemos olvidar el rezago en el respeto a los derechos de las mujeres, advirtió. No hay duda de los avances, pero es urgente garantizar el respeto irrestricto a sus derechos, así como la promoción de su desarrollo personal e institucional y, sin duda, también reconocer la responsabilidad de la UNAM en el mantenimiento de la calidad, en todos sus niveles escolares y en su producción científica y tecnológica.

Tenemos que insistir en la preocupación por los estudiantes y por ofrecerles una formación innovadora, actualizada y de excelencia, que es y debe ser el motor de las acciones y políticas que impulsemos dentro y desde nuestra casa de estudios, instó.

Las reflexiones contenidas en este libro -resumió-, son de interés para los especialistas en el ámbito de la historia y la docencia. Igualmente, para los miembros de nuestra comunidad universitaria y, sobre todo, para los jóvenes estudiantes, quienes serán los encargados en el futuro de defender la autonomía por la que tanto hemos luchado y resignificarla, como un valor intrínseco de las sociedades del conocimiento. En su participación, el doctor Lomelí Vanegas rememoró que el proceso de autonomía fue bastante restringido y que abrió un periodo de muy complicados cambios en la universidad que derivaron en la ley orgánica, hoy vigente en la institución.

Para el doctor Lomelí, los años veinte y treinta del pasado siglo fueron años de construcción institucional tanto para la Universidad como para el país; instituciones con limitaciones y contradicciones, pero que pudieron encauzar al país en gran parte del siglo XX.

La autonomía, abundó, es un proceso que no acaba, continuamente se redefine frente al Estado en un contexto complicado entre las universidades, en particular las públicas y el Estado, aún y con el carácter autónomo consagrado la Constitución.

Esta condición no implica que los universitarios hagamos lo que queramos, estamos regulados por nuestra propia ley orgánica para cumplir las funciones que claramente la sociedad nos ha definido: la docencia, la investigación y la difusión y extensión de la cultura, principalmente. Se trata del cumplimiento de obligaciones ante el pueblo.

El doctor Casanova Cardiel, también coordinador del texto, externó que la autonomía es un atributo universitario que se extiende a lo largo de mucho tiempo y acompaña a la institución en su devenir histórico. “No se trata de un privilegio de las universidades, sino de un derecho de la sociedad”, asentó. El doctor Sergio García Ramírez compartió que la obra se presenta en tiempos en que la UNAM tiene que velar justo por su autonomía, componente esencial de la vida institucional de las universidades públicas. El texto rescata el seguimiento formal de la autonomía desde sus inicios en una Europa remota, corporativa y con el flujo de la historia general y de las historias particulares de las generaciones que han acudido y acudirán a estas aulas diversas.

La función educativa de la Universidad Nacional es la formación de individuos con conciencia crítica, libertad de pensamiento, investigación y docencia.

La tentación del pensamiento único -alertó-, ha sido uno de los abismos a los que naciones y universidades se han asomado con la mayor frecuencia. El maestro Luis Raúl González Pérez, coordinador del Programa Universitario de Derechos Humanos, apuntó que la obra es útil, oportuna y necesaria en el contexto actual en el que la Universidad Nacional actual requiere fortalecer su esencia y adecuarse a las necesidades y requerimientos que plantea el México del siglo XXI.

La forma en la que se estructuró el libro y la calidad de sus contenidos la ubican como una obra de referencia en el tema, una herramienta para que los y las universitarias de hoy en día conozcan buena parte de la historia de lo que hoy es la UNAM.

“Ser autónomo, dijo el abogado, no significa estar al margen de las leyes; es, ante todo, una gran responsabilidad que implica desarrollar en el marco de la normatividad vigente la libre investigación y la cátedra, de manera plural, inclusiva, igualitaria y hoy, agregaría, con perspectiva de género”.