SÍNDROME METABÓLICO, EL PASO A LA DIABETES Y ENFERMEDAD CARDIOVASCULAR
• Una alternativa con impacto favorable para el sector salud es contar en el primer nivel de atención con profesionales de la salud capaces de promover cambios en el estilo de vida de los pacientes
Si por separado la presión arterial elevada, una circunferencia abdominal aumentada y concentraciones elevadas de glucosa y triglicéridos constituyen condiciones de salud que requieren atención por las complicaciones que generan, de manera conjunta potencian los riesgos de padecer diabetes y enfermedades cardiovasculares.
Al conjunto de estas alteraciones metabólicas se le denomina Síndrome Metabólico (SM). Según el consenso, si una persona presenta tres de estas cinco mediciones se le diagnostica en esa condición. En México, nueve de cada diez adultos tiene al menos una de estas alteraciones.
El doctor en ciencias Ismael Campos Nonato, jefe del Departamento de Obesidad, Diabetes y Riesgo Cardiovascular del Instituto Nacional de Salud Pública, reconoció que de mantenerse las cifras que arrojó la ENSANUT 2018, en las que la mitad de la población tiene hipertensión arterial, más del 10 por ciento presenta diabetes, y el 75 por ciento de las personas tiene sobrepeso u obesidad, el desenlace será el incremento de enfermedades cardiovasculares y diabetes.
“En México hemos hecho estimaciones de cuánto contribuye el exceso de peso para desarrollar diabetes, y lo que hemos encontrado es que si lográramos alcanzar un peso saludable o un perímetro de cintura normal (80 cm en mujeres y 90 cm en hombres) se evitaría hasta 40 por ciento de los casos de diabetes”, indicó el especialista en entrevista con la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación de la Ciudad de México.
Desde su experiencia, hacer intervenciones oportunas y recibir consejería nutricional y de salud podría reducir el riesgo de complicaciones y de una mortalidad prematura.
Para ello, se deben crear estrategias que impacten las causales y trabajar en las que son modificables, como la dieta, el sedentarismo y el peso corporal. Tradicionalmente se había considerado que la diabetes era un proceso irreversible. No obstante, hoy se tiene evidencia de que personas que lograron someterse a una reducción drástica de peso con una dieta hipocalórica y bien controlada, dio como resultado que 26 por ciento de los casos diagnosticados lograron revertirla, informó Campos Neonato.
Esto podría tomarse como una buena noticia, considerando los costos que se generan tanto para el gobierno como para las familias por la atención de por vida que tienen las personas con diabetes. Por ello, las modificaciones en el estilo de vida impactarían de manera positiva al sistema de salud y a la economía familiar.
De acuerdo con estudios de la Federación Mexicana de Diabetes, un paciente sin control y con complicaciones tiene un costo de un millón 163 mil pesos al año para la cobertura de material médico, revisiones médicas, cirugías y estudios clínicos, mientras que un paciente bajo control tiene un costo de 88 mil pesos para los mismos rubros con excepción de las cirugías.
Por otro lado, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) presentó el estudio “La pesada carga de la obesidad: La economía de la prevención”, en el que asegura que la tasa de obesidad que registra México en el 73 por ciento de su población, es una de las más altas de la OCDE, con 43 por ciento de obesidad mórbida (el mayor grado de obesidad), lo que de acuerdo con las proyecciones del organismo, reducirá en cuatro años la esperanza de vida en los próximos 30 años. Además, informa que el crecimiento de la obesidad infantil pasó de 7.5 por ciento (1996) a 15 por ciento (2016).
La condición de la obesidad y sobrepeso, de acuerdo con el reporte, reducirán la fuerza laboral mexicana en un equivalente a 2.4 millones de trabajadores de tiempo completo por año; supondrán cerca del 8.9 por ciento del gasto en salud por año durante el periodo 2020 a 2050; y le restará 5.3 al producto interno bruto (PIB) de los mexicanos (1.3 billones de pesos), De hecho, México es el país de la OCDE en donde el sobrepeso, la obesidad y las enfermedades derivadas tendrán el impacto más grande en el PIB en las siguientes tres décadas.
La población infantil: de la obesidad a la diabetes
Si la obesidad infantil ha llevado al país a ocupar el primer lugar en el mundo desde hace casi una década por la amplia disponibilidad que ha tenido de productos chatarra y bebidas azucaradas en las escuelas, en la calle e incluso en los hogares, lo que se ha visto ahora con esta medición de sobrepeso y obesidad es que tradicionalmente una persona aparecía con diabetes a los 40-45 años. Hoy no es difícil encontrar a niños y niñas que a partir de los 12 años ya presentan la enfermedad en su tipo 2 (no insulinodependiente), “Hasta hace unos años era muy raro encontrar a un niño o adolescente con el padecimiento. Sin embargo, el efecto del sobrepeso y la obesidad es acumulativo y ahora se está adelantando la aparición de esta enfermedad”, alertó el experto.
Más efectivo modificar hábitos
A nivel mundial, expuso Campos Neonato, principalmente en China y Estados Unidos, se han hecho estudios para comparar el efecto de llevar un tratamiento con fármacos o realizar modificaciones en el estilo de vida (dieta y actividad física), y se ha comprobado que es “más efectivo” para prevenir complicaciones adoptar un estilo de vida saludable.
El funcionario reconoció que hace algunos años se responsabilizaba a las personas con diabetes de su condición, cuando en realidad lo que ha ocurrido ha sido consecuencia del sistema en el que hay una gran disponibilidad de productos ultraprocesados, densos en energía y con alto contenido de azúcar y grasa. Una acción que puede disminuir la selección de estos productos ultraprocesados es contribuir a la alfabetización nutricional para que las personas hagan mejores elecciones y opten por alimentos saludables. Es una corresponsabilidad del sistema y del individuo.
En este sentido, una de las acciones que podría tener un impacto favorable y sería costo-efectiva para el sector salud es contar en el primer nivel de atención con profesionales de la salud capaces de promover cambios en el estilo de vida de los pacientes.
La hipertensión, para tomarse en serio
A pesar de que es una enfermedad muy frecuente en México, la hipertensión (presión arterial elevada) no ha tenido los reflectores con los que sí han contado otras enfermedades crónicas. Es la principal causa de enfermedad cardiovascular y la número uno de mortalidad en México y en la mayoría de los países.
En la ENSANUT 2018 se observó que las poblaciones más vulnerables son aquellas que tienen menos acceso a servicios de salud y las de menor ingreso. Campos aseguró que en México el 49.2 por ciento de la población tiene hipertensión arterial (dentro de este porcentaje el 55 por ciento de las personas lo sabe y el 45 por ciento, no), lo que hace que esta enfermedad sea un problema de salud pública que requiere de mayor atención.
En este caso, informó que el departamento a su cargo trabaja en varias líneas de investigación para conocer áreas de oportunidad que modifiquen el consumo diario de sodio (elemento químico presente en la sal), el cual es un factor en la incidencia de hipertensión. La ingesta diaria recomendada no debe superar los 2.3 gramos y en México, pero según estimaciones, se consume el doble.
La ENSANUT 2018 El doctor Ismael Campos resaltó que la contribución de la última encuesta de salud es contar con una fotografía epidémico lógica actualizada, conocer su magnitud, la distribución de las mediciones prioritarias como son sobrepeso, obesidad, diabetes, hipertensión, y mostrar los grupos más vulnerables, así como ubicar dónde se registran las tendencias y los repuntes, entre otros aspectos.
Con el actual diseño de las encuestas, que a diferencia de las iniciales toma en cuenta poblaciones urbanas y rurales, que utilizan los mismos instrumentos y procedimientos de las encuestas de Estados Unidos y son objeto de consulta de otros países sudamericanos y centroamericanos, se puede inferir, en opinión del especialista, que la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición cuenta cada vez con mejores indicadores, metodología e implementación.