PEQUEÑOS PRODUCTORES AGRÍCOLAS: RESPUESTA A LOS RETOS ALIMENTARIOS, DE POBREZA Y DESIGUALDAD

Publicado el 30 Enero 2023
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• A pesar de la meta de hambre cero en los ODS, de seguir la tendencia actual en 2030 más de 840 millones de personas estarán en esa condición

Los riesgos alimentarios que se avecinan en el orbe, la transición agroecológica y el rol de los pequeños productores para contribuir a la reducción de la pobreza rural, se plantearon en la reanudación de sesiones del Seminario de Sustentabilidad Alimentaria, auspiciado por la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación (SECTEI).

En esta ocasión, el doctor Cassio Luiselli Fernández, investigador del Programa Universitario de Estudios del Desarrollo (PUED) de la UNAM, presentó la conferencia "Territorios, ciudades y pequeños productores en la perspectiva de la Ciudad de México".

En su mensaje de bienvenida, la doctora Alma Herrera Márquez, directora del Instituto de Estudios Superiores Rosario Castellanos (IRC), señaló que el seminario estimulará la reflexión y generará líneas de investigación para coadyuvar al diseño de políticas públicas que contribuyan a la solución de distintas problemáticas.

El doctor Luiselli Fernández afirmó que, a mediados del siglo XXI, el 60 por ciento de la población mundial vivirá en ciudades. A partir del 2007 cruzamos un umbral dramático, pues el planeta se hizo mucho más urbanizado, dijo.

“En el mundo existen 30 megalópolis de más de diez millones de habitantes cada una, y nosotros tenemos una de ellas, la Ciudad de México”. Nuestro país, agregó, es el décimo más poblado, con más de dos terceras partes de la población que vive en metrópolis.

También, el doctor Luiselli Fernández externó que existen 180 mil pequeños asentamientos rurales, cuyos habitantes viven en situación de pobreza. Todos los cambios han ido acompañados de rezagos sociales que se han acentuado en el país, opinó.

Por otro lado, el experto apuntó que la periurbanización es un fenómeno que parte de las ciudades al medio rural, algo que genera asentamientos pequeños que gravitan en torno a las ciudades.

Al respecto, manifestó que entre algunas medidas estratégicas para hacer frente a estas realidades figura la atención frontal del desempleo, la subocupación y la informalidad con programas de capacitación, entrenamiento y creación de capital humano para aumentar la productividad y estimular la diversificación económica de las ciudades pequeñas que incluyan políticas de apoyo a jóvenes y a la inclusión de género.

Tras la presentación de Luiselli, el doctor Roberto Escalante Semerena, secretario general de la Unión de Universidades de América Latina y del Caribe, moderador de la sesión, respaldó la propuesta del ponente en el sentido de generar capacidades, capital humano y hacer funcional las potencialidades que existen, por ejemplo, en las zonas rurales.

En particular, se refirió a la condición de muchas universidades y ciudades que no cuentan con la infraestructura educativa y tienen accesos limitados de equipamiento y conectividad.

El doctor Arturo Argueta Villamar, investigador del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias de la UNAM, expuso que existen 690 millones de personas con hambre, es decir, el nueve por ciento de la población mundial.

Pese a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, de lograr la meta de hambre cero, se calcula que con las tendencias actuales, en 2030 más de 840 millones de personas estarán en esa condición.

“En suma, la producción, distribución, consumo de alimentos y secuelas del hambre aún no están resueltas: prevalece el desperdicio de comida, escaso consumo de frutas y vegetales, y se extiende el sobrepeso y la obesidad en el mundo”.

Argueta Villamar subrayó que, a pesar del apoyo a la agroindustria con combustibles subsidiados, agrotóxicos, mano de obra con bajos jornales y programas y políticas públicas prioritarias por décadas, no se han resuelto los problemas del hambre.

Por ello, señaló que, con la finalidad de enfrentar el riesgo alimentario, será necesario avanzar en la transición agroecológica, que apenas hoy, tiene los apoyos que la agroindustria ha tenido por décadas.

"¿Grandes productores o productores de pequeña escala?", pregunta a la que el mismo investigador universitario, estudioso de los sistemas y saberes indígenas y las relaciones sociedad-naturaleza, respondió en coincidencia con el doctor Luiselli:

“(…) Desde el origen de la agricultura misma, si bien hay grandes extensiones de tierra trabajadas por grandes propietarios de la agroindustria, lo que se tiene en el mundo es una historia de pequeñas propiedades agrícolas”, señaló.

Más de 525 millones de propiedades de menos de dos hectáreas de superficie producen una parte importante del alimento mundial, citó. En África subsahariana, el 90 por ciento del alimento lo producen las pequeñas propiedades, y el 50 por ciento lo hacen en India. De todas esas pequeñas propiedades, 189 millones se enco en China, poco menos de cien millones en India; le siguen Indonesia, Bangladesh, Rusia, África y América Latina.

Bajo la nueva agenda, se reconoce que los pequeños productores juegan un papel importante en la reducción de la pobreza rural, como pilares de la seguridad alimentaria, impulsores de la conservación y del buen manejo de los recursos naturales y la biodiversidad, entre otros factores.

“Más del 90 por ciento de esas producciones agrícolas las gestiona una sola persona y dependen principalmente de la mano de obra familiar”. Además, las mujeres poseen sólo 15 por ciento de la tierra agrícola, pero proporcionan casi el 50 por ciento de la mano de obra, concluyó el conferencista.