INICIA EL SEMINARIO SOBRE MOVIMIENTOS SOCIALES EN LA CIUDAD DE MÉXICO, SIGLOS XX Y XXI
En el Museo de la Ciudad de México, el secretario de Gobierno, Martí Batres, en representación de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, inauguró el foro organizado por la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación (SECTEI)
Con un repaso de la Revolución Mexicana, sus contornos e influencia en la historia de la ciudad, inició el Seminario Movimientos Sociales en la Ciudad de México, Siglos XX y XXI. Los expertos analizaron sus acentos sociales, la participación de la mujer y la repercusión posterior en otros ámbitos de la sociedad capitalina.
En su intervención en el arranque del Seminario La Revolución Mexicana como precursora de los movimientos sociales en la Ciudad de México, el secretario de Gobierno de la capital, Martí Batres, planteó que el ejercicio del gobierno implica también reflexión, "porque estamos haciendo cosas, bajo ciertos criterios, y hay decisiones que impulsamos, pues existe un contraste con otras formas de ver la política".
La Revolución Mexicana es más que un movimiento social, externó, es un movimiento refundador del Estado, de la sociedad mexicana, y tiene una característica especial, pues el énfasis se colocó en lo social. Fue también, añadió el funcionario, un proceso que se convirtió en un gran promotor del desarrollo capitalista en el país, pero también una revolución social que tuvo la impronta campesina que incipientemente levantó un programa de derechos de los trabajadores.
En su participación, que incluyó una rápida revisión teórica de distintos autores de movimientos sociales, aludió a que la Revolución permitió que se plasmaran derechos sociales en la Constitución de 1917.
Lo que es hoy esta capital, resumió, en términos de programa de acción gubernamental, se explica por esta historia, que se refleja en la construcción de una universidad como la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, o también porque nuevamente se construyen nuevas instituciones, como el Instituto de Educación Media Superior, el Instituto de Estudios Superiores Rosario Castellanos, y la Universidad de la Salud.
En su mensaje de bienvenida, la doctora Ofelia Angulo Guerrero, subsecretaria de Ciencia, Tecnología e Innovación de la SECTEI, en representación de la doctora Rosaura Ruiz Gutiérrez, titular de la dependencia, externó que el objetivo del encuentro consiste en acercar al más amplio público, información relevante en torno a las movilizaciones sociales que han tenido un papel determinante en la conformación de la realidad política y social que se vive actualmente en la capital.
Detalló que a lo largo del año se realizarán 26 sesiones de este Seminario, que contará con la participación de más de cincuenta destacadas académicas y académicos de diversas instituciones educativas, integrantes de la Red ECOs de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación de la Ciudad de México.
Los ejes temáticos serán los movimientos obreros, los derechos de la mujer, sindicales y universitarios, urbano populares, democratizadores, estudiantiles, LGBTT, ambientalistas e indígenas.
En su intervención, Leonardo Lomelí Vanegas, secretario general de la UNAM, externó que esta capital se mantuvo al margen durante la fase más aguda del movimiento armado con dos excepciones: la Decena Trágica, y la ocupación de los ejércitos de la Convención de la capital en diciembre de 1914, y enero de 1915.
Doctor en Historia por la UNAM, rememoró que el gobierno constitucional después del proceso fue breve, pues comenzó en mayo de 1917, y concluyó abruptamente en mayo de 1920. Se trató, dijo, de un gobierno en el que se creó la organización obrera más importante surgida de la Revolución: la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM).
También recordó que otro movimiento que tiene que analizarse más a profundidad es el estudiantil, que no solo es uno, sino muchos ocurridos en esos años, varios de ellos muy localizados, como en la Escuela Nacional de Jurisprudencia o la Nacional Preparatoria, aunque el más emblemático es el de mediados de 1929 en la Escuela Nacional de Jurisprudencia, que derivó en la autonomía universitaria.
Aunque esta ciudad no se había caracterizado por una participación tan activa con el gobierno, se convirtió en la caja de resonancia de movimientos obreros, campesinos y, a final de cuentas, los movimientos estudiantiles también jugaron un papel importante a lo largo del siglo XX, y en estos años del XXI.
La doctora Patricia Galeana, directora del Museo de la Mujer, sostuvo que, durante muchos siglos, la historia, la vida, y el quehacer de las mujeres ha sido invisibilizado. “La historia económica, impulsada fundamentalmente por el materialismo histórico o marxismo, tomó en cuenta a las mujeres desde el momento en que fueron trabajadoras y contribuyeron a la fuerza productiva”.
Gracias al movimiento feminista, añadió, se impulsó la historia con perspectiva de género y se estudió a este sector como protagonistas de esta historia.
Doctora en Historia por la UNAM, Galeana precisó que en las postrimerías del siglo en el que se efectuó la construcción del Estado nacional mexicano, las mujeres se organizaron para demandar mejores condiciones laborales.
En especial, la también docente y ex embajadora de México en Colombia, recalcó que existe un grupo de mujeres no reconocido: las maestras normalistas.
Autora de 15 libros, insistió en que fueron ellas quienes constituyeron el centro para la transformación que pretendió el proceso revolucionario.
El doctor Javier Garciadiego Dantán, director de la Academia Mexicana de la Historia y coordinador del comité académico del Seminario, destacó que la mayoría de los miembros de la organización que encabeza y que recientemente cumplió 100 años, están motivados por el interés del gobierno de la ciudad y el federal por discutir de manera rigurosa la naturaleza histórica de esta urbe, compleja y varias veces centenaria.
En la abundancia de temas están los que pertenecen a la historia cultural y educativa, la evolución arquitectónica, la transformación de la ingeniería y el transporte. También la historia sísmica e hídrica de la ciudad, e incluso la historia delictiva.
La Academia Mexicana de la Historia “está más que dispuesta a seguir colaborando con el gobierno de la ciudad, la SECTEI e instituciones académicas en lo referente al estudio de la historia de nuestra irrepetible Ciudad de México”.
El doctor Ricardo Pérez Montfort, investigador del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), abordó en especial el encuentro en Xochimilco de Francisco Villa y Emiliano Zapata.
El momento fue interesante porque la ciudad estaba pasmada frente a la entrada de estos dos personajes con todas sus huestes, y que prácticamente la tomaron por sorpresa, dijo.
Después de este episodio, la metrópoli empezó en 1915 una crisis, comenzaron a cerrar las tiendas, a escasear el pan, lo que derivó en una situación muy dramática. Tanto los villistas como los zapatistas, concluyó el historiador, eran parte de una realidad nacional de la que la capital no era muy consciente.