FELIPA SÁNCHEZ ESMERALDA, CASI SEXAGENARIA, CONCLUYE SU PREPARATORIA EN EL IEMS XOCHIMILCO

Publicado el 01 Octubre 2023
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• Externó su gratitud al Instituto por una oportunidad “que nunca pensó tener” para concluir sus estudios

De 56 años, Cira Felipa Sánchez Esmeralda concluyó sus estudios de preparatoria en el Instituto de Educación Media Superior (IEMS), plantel Bernardino de Sahagún, en la alcaldía Xochimilco.

Gracias a su amiga Elena, quien trabaja con ella en el Programa Nacional de Prevención de Incendios Forestales, instancia coordinada por la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR), conoció al Instituto; “Elena me dijo que nunca es tarde para continuar y terminar los estudios. Ella, en ese entonces, tenía 60 años, y también egresó del IEMS”.

Huérfana desde pequeña, Cira Felipa tuvo que abandonar sus estudios, en un principio por falta de recursos, y después porque se casó muy joven. “Mi primaria y secundaria las terminé gracias a que yo misma solventé mis gastos. De ahí conocí a mi esposo y me casé muy chica”, explicó.

Una vez que ingresó al IEMS en 2015, procuró ser constante a pesar de sus actividades como madre, esposa y empleada. “Una de mis metas fue terminar la prepa. Yo no vengo aquí para perder el tiempo –me dije–, sino a terminar. ¿Me costó?, ¡claro que me costó, pero lo logré! Mi meta fue de tres años, y en tres años terminé”.

Más allá de sus responsabilidades en casa y en el trabajo, su idea se centró en regresar a la escuela después de 30 años.

Cursó el bachillerato de manera presencial. “Lo más difícil fue retomar las materias. Yo traía un método de aprendizaje completamente distinto al de ahora”.

Madre de dos hijas, Cira Felipa relató su vida en la preparatoria. “Tenía que preparar comida, desvelarme, levantarme temprano para acudir al trabajo y por la tarde ir la escuela. Para mí fue difícil, pero no imposible, pues querer es poder. Mi esposo me motivó mucho para continuar. Él me decía: 'Tú puedes con eso y más', y digo me motivó porque ya no está conmigo. Falleció hace poco”, apuntó con tristeza.

Su cónyuge murió meses antes de que Felipa concluyera la preparatoria; no obstante, siempre se mantuvo firme en su objetivo: obtener el certificado pese a cualquier adversidad.

Su paso por el Instituto fue cálido y ameno, especialmente por el apoyo de sus profesores. “Siempre conté con la ayuda de mis maestros. Si no entendía algo les decía: 'Profe, ¿puedo hablar un momento con usted?, tengo dudas'; y ellos me decían, 'claro que sí Felipa, después de clases búscame en mi cubículo'. Eso me gustó mucho del IEMS”.

Con sus compañeros de clase experimentó una grata sorpresa, pues a pesar de la diferencia de edades nunca se sintió ajena, sino aceptada y respetada.

“Había un chico con el cual sigo en comunicación, Felipe Abarca, y le decía: 'Oye Felipe, no le entendí a esto de matemáticas, ¿y si en un ratito me apoyas y me lo explicas?', y él me decía, 'claro que sí Felipa'. Sin embargo, era un chico que se salía de repente, pues lo invitaban a tomar sus amigos. Yo le decía: 'Mira Felipe, tú eres un chico muy bueno, y si el beber te impedirá que entres a clase, yo te diría, déjalo'. A otra chica que pensaba huir de su casa le aconsejé: 'Si gustas podemos platicar, lo que tú me cuentes quedará entre nosotras'”.

Más de una vez, antes de ingresar al IEMS, Cira pensó: “¿Qué voy a hacer entre jóvenes?, se van a burlar de mí. Ya estando aquí llegué a escuchar comentarios negativos sobre mi persona, aunque me dije: 'Sí puedo. Me voy a demostrar a mí misma que puedo, que nunca es tarde para aprender, y en automático se los demostraré a los demás'”.

Sánchez Esmeralda tiene casa propia, situada en un cerro, a 30 minutos del plantel. Actualmente vive con sus dos hijas, de 25 y 35 años, respectivamente, quienes son su gran motivación; no obstante, la principal inspiración es ella misma.

Hoy disfruta su faceta como abuela, y les inculca a sus nietos valores como la responsabilidad, el respeto, el servicio y la gratitud.

A siete años del fallecimiento de su esposo, cuenta que mira su foto y le dice: “¿Ya viste que sí pude? Voy a seguir echándole ganas mientras tenga vida; apoyando a la gente que me necesite para que desde donde estés, te sientas orgulloso de mi”.

En su empleo realiza actividades administrativas, pues hace tres años que dejó su labor como bombera forestal. “Fue el primero de mayo de 2020 que atendí el último incendio, pero gracias a que he ido aprendiendo ahora hago actividades de oficina: fotocopiado, fotos cívicas, información. No es mi última meta en la vida, pues soy una mujer muy inquieta. Acabo de concluir un curso de biodiversidad y me gustaría estudiar enfermería”, adelantó.

Una mujer comprometida y responsable, así se define, quien no pierde oportunidad para aprender todos los días. “Cada persona en esta vida viene a cumplir con una responsabilidad, pero, sobre todo, a aprender. Amo mi trabajo, amo lo que soy y amo las experiencias nuevas que vendrán”.

Cira Felipa envió un emotivo mensaje, principalmente a adultos y adultos mayores, diciéndoles que nunca es tarde para alcanzar sus metas profesionales y personales, y desde luego, “que nunca es tarde para seguir adelante. Mientras haya vida, hay una oportunidad para continuar. No se dejen llevar por pensamientos negativos, frases como: tú ya estas viejo, ya estás grande, ¿qué no te da vergüenza?, ¡no!, vergüenza es no luchar por tus sueños. Hay que mirar hacia el horizonte y caminar siempre adelante”, subrayó.

Con semblante de satisfacción, externó su gratitud al IEMS por haberle brindado durante tres años el espacio que nunca pensó encontrar, pues otras instancias de educación media superior le cerraron las puertas tras conocer su edad.

“Ese sueño tan anhelado de terminar mi prepa aquí lo cumplí, sin contar que aprendí a convivir con gente joven, quienes me han enseñado muchas cosas”, finalizó.