“EL TRASTORNO DE ESTRÉS POSTRAUMÁTICO PUEDE DERIVAR EN FRACASO ESCOLAR O EMBARAZO ADOLESCENTE”
• Organizado por la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación se realizó el webinar “Situaciones críticas y emergencias; consecuencias sobre la salud mental”
El trastorno mental postraumático puede explicar que el 40 por ciento de afectados deriven en un fracaso escolar, aunque también se asocia a desempleo o embarazos adolescentes. El 90 por ciento de la gente con este padecimiento resuelve su duelo con fortalezas propias y el 10 por ciento restante tendrá la necesidad de recurrir a atención especializada, plantearon expertos en el webinar “Situaciones críticas y emergencias; consecuencias sobre la salud mental”.
La doctora Rosaura Ruiz Gutiérrez, secretaria de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación (SECTEI), dio la bienvenida a los participantes, y en el desarrollo del foro, resaltó la importancia de que los especialistas contribuyan para la atención de los efectos después de un año de pandemia; por ejemplo, aquellos niños y niñas que ya no quieren regresar a la escuela.
La doctora María Elena Medina Mira, directora de la Facultad de Psicología de la UNAM, habló de las consecuencias sobre la salud mental y psicosocial de situaciones críticas desde un enfoque individual, de cuando una persona está expuesta a condiciones de ansiedad y estrés e incluso trastornos. En particular, explicó las consecuencias del trauma, los factores de riesgo y los que aluden a su solución, así como las intervenciones terapéuticas y los recursos disponibles para las personas que requieran ayuda, así como las herramientas preventivas.
Medina Mira tomó como base un estudio publicado en 2018 (Social determinants of mental disorders and the Sustainable Development Goals: a systematic review of reviews), en el que se trabajaron diversos factores que ocasionan estrés, determinantes psicosociales de la enfermedad, derivados de los desastres naturales o los provocados por el hombre, los cuales tienen una serie de implicaciones sobre la salud mental. No a todas las personas les ocurre lo mismo cuando están expuestas a estos eventos, aclaró.
En este trabajo, abundó Medina Mora, se hizo una evaluación de la temática en los últimos años sobre los determinantes sociales, aunque a ellos se suman el nivel de pobreza y otras condiciones de vulnerabilidad. Por ejemplo, ante un sismo, en las primeras 72 horas generalmente se presentan crisis emocionales; después, sobrevendrá una etapa de duelo o de tristeza, si hubo pérdida.
Luego de dos o tres meses, continuó, se empieza a establecer un Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT), también de depresión y después, para algunas personas puede haber una secuela, aunque la mayor parte de los individuos se recupera, y esto puede ocurrir luego del primer mes, pero algunos continúan con el estado emocional de forma crónica.
La integrante de El Colegio Nacional y ex directora del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente, explicó qué hay factores de prevención: los recursos con los que cuenta una persona y cómo enfrenta la situación. Sobre ellos, la doctora Medina Mora, indicó que tienen que ver con las habilidades para enfrentar el problema (autoestima); mientras, los recursos externos se relacionan con las redes sociales de apoyo y acceso a los servicios que juegan un papel determinante.
También, refirió que existen ejercicios para separar las emociones crudas de los pensamientos que se tienen de ellas para que una persona sepa exactamente cómo se está sintiendo y cómo responder a esas emociones. Habló de las técnicas de afrontamiento, en las que se puede ser pasivo o asertivo; con las técnicas es posible enfrentar de mejor manera las situaciones adversas para salir adelante; son ejercicios de capacitación.
Y una habilidad adicional es saber pedir ayuda. Si los síntomas perduran más de seis meses la afección puede pasar a un estado crónico. De acuerdo con Medina Mira, el 40 por ciento de las personas con este trastorno tienen más posibilidad de fracaso escolar; también se asocia con un incremento en embarazos adolescentes y desempleo. “Hay una carga social muy importante cuando el trastorno no es atendido”.
El doctor Eduardo Madrigal de León, director general del Instituto Nacional de Psiquiatría Dr. Ramón de la Fuente Muñiz (INPRFM), reconoció la asertividad de la SECTEI y, en particular, de su titular, la doctora Ruiz Gutiérrez en organizar eventos enmarcados en situaciones críticas o de emergencia, así como en la búsqueda constante de sus respectivas soluciones.
Médico egresado de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Madrigal Reyes señaló que los efectos de estas situaciones siempre crean dificultades a nivel individual, familiar y comunitario. “La pérdida se presenta con más intensidad en personas directamente afectadas por el accidente, pero, en general, todos tenemos una pérdida colectiva con diferentes niveles de gravedad, para la que desarrollamos distinta respuestas”.
Con maestría en Psicoterapia, y especialidad en Psiquiatría por la UNAM, precisó que las consecuencias para la salud mental de una población expuesta a situaciones críticas, tanto a corto como a largo plazo dependerán de diversos factores. Tenemos que recurrir a factores protectores, como: características de personalidad, condiciones socioambientales, experiencias previas, y grado de exposición al evento”.
Todas las situaciones de duelo, aseguró, tienen una evolución que consta de varias fases: negación, es decir, incredulidad ante lo acontecido; ira, en otras palabras, violencia emocional, rabia, coraje, búsqueda de culpables y crisis de fe.
También, negociación, relacionada con posibilidades de recuperación y técnicas asertivas con psicoterapia, y depresión, momento en que se asume de forma definitiva la realidad de la pérdida, generándose sentimientos de tristeza y desesperanza, y resignación, que significa una sensación de calma y de inevitabilidad de la pérdida.
El ex presidente de la Asociación Psiquiátrica Mexicana, sostuvo que el instituto que preside, ha analizado detalladamente el fenómeno del duelo. “Las primeras 72 horas constituyen la fase crítica. Después viene la etapa inicial, que se acompaña de una intermedia, y posteriormente, la de recuperación”.
“Las instituciones debemos contemplar aspectos esenciales como la promoción del auto cuidado, el estilo de vida saludable, y el manejo adecuado de los trastornos derivados de la pérdida, como estrés agudo, trastorno depresivo, y trastorno post traumático que requieren ser tratados y resueltos mediante mecanismos especializados”.
Con más de 36 artículos publicados, y autor y coautor de 28 libros, detalló que el personal médico debe estar altamente capacitado para detectar señales de alarma, y canalizar al paciente, en caso de requerirlo, a servicios especializados.
Al respecto, apuntó que el INPRFM cuenta con líneas telefónicas para atender la salud mental, la atención prioritaria y gratuita en servicios de urgencia para las afecciones derivadas, la capacitación en primeros auxilios psicológicos para personal de primer contacto, y un programa de trabajo de campo para atención en salud mental en comunidades al interior de la República.
El 90 por ciento de la gente, especificó, resuelve su duelo con fortalezas propias, apoyado en recursos profesionales y el 10 por ciento restante, tendrá la necesidad de recurrir a atención especializada, la cual puede contemplar el manejo de psicofármacos, y ayuda psiquiátrica. En la sesión de preguntas y respuestas, la doctora Ruiz Gutiérrez preguntó en torno a las intervenciones psicológicas ante eventos traumáticos que pueden prestarse a trivializaciones o charlatanerías y que tuvieron resultados peores.
En respuesta, la doctora Medina Mora expuso que es muy importante tener cuidado porque estamos frente a una llamada de atención. Cuando hacemos intervenciones tenemos que estar atentos ante personas que no están capacitadas porque ello se vuelve peligroso. La propia investigación nos dice que es lo que no debemos hacer en la terapia.