DESTACA MARTÍ BATRES ANTE ESTUDIANTES DE ADMINISTRACIÓN PÚBLICA IMPORTANCIA DE VISIÓN TRANSFORMADORA, DE SERVICIO Y DE BIENESTAR SOCIAL
• El Jefe de Gobierno resaltó que la Escuela de Administración Pública se creó como una escuela de pensamiento sobre lo que deben ser los servidores públicos y recomendó a las y los alumnos basar su actuar en 10 fundamentos: servicio al pueblo, entrega al trabajo, austeridad republicana, honestidad, autonomía frente a los grandes intereses, equilibrio y justicia, contacto directo con la ciudadanía, búsqueda del bienestar social, combate a la burocracia y vocación por la transformación
• El director general de la Escuela de Administración Pública de la Ciudad de México, Hegel Cortés Miranda, precisó que la matrícula de la institución asciende a 683 profesionistas y parte de su visión es que la gestión pública se vea como motor de desarrollo social
El Jefe de Gobierno, Martí Batres Guadarrama, encabezó la ceremonia de inicio de actividades de la Quinta Generación de la Maestría en Gestión Pública para la Buena Administración, impartida por la Escuela de Administración Pública de la Ciudad de México, que impulsa la profesionalización de los servidores públicos.
“Es muy loable que un gobierno decida tener una escuela para la formación de sus servidores públicos; con ese propósito se creó la Escuela de Administración Pública de la Ciudad de México, entonces Distrito Federal, para formar mejor a sus servidores públicos, para capacitarlos mejor, con la idea de que cada vez tuvieran mayores conocimientos, mayores elementos educativos, cognoscitivos y para que su actuación sea mejor en la vida pública. (...) Yo los felicito mucho por ese ímpetu que tienen, por el deseo de seguirse formando, de tener siempre nuevos conocimientos, nuevas ideas, nuevas credenciales frente a la sociedad y los invito a que siempre vean las cosas con esta visión de transformación y de servicio y de bienestar de la gente”, expresó.
Frente a alumnas y alumnos, el mandatario capitalino aseguró que el programa de posgrado que imparte la Escuela de Administración Pública se creó como una escuela de pensamiento y les recomendó basar su actuar en 10 fundamentos, con base en su experiencia: servicio al pueblo, entrega al trabajo, austeridad republicana, honestidad, autonomía frente a los grandes intereses, equilibrio y justicia, contacto directo con la ciudadanía, búsqueda del bienestar social, combate a la burocracia y vocación por la transformación.
“No tiene sentido alguno el servicio público si no persigue el bienestar social, ese es el objetivo fundamental del servicio público, que es cambiar la vida de la gente. (...) Por eso, coincido y considero con la idea, coincido con la idea que ha dicho el Presidente, que el poder se convierte en virtud cuando se pone al servicio de los demás, si no se busca el bienestar social, el servicio público no es un noble oficio”, compartió.
En su intervención, el director general de la Escuela de Administración Pública de la Ciudad de México, Hegel Cortés Miranda, precisó que actualmente la Escuela de Administración Pública cuenta con una matrícula de 683 profesionistas, quienes cursan de manera remota los diversos programas en los cuales, explicó, se profundiza en el impacto negativo que provoca la corrupción en la vida pública de un país.
Además, reconoció el trabajo llevado a cabo por la planta docente y refrendó el compromiso de continuar el trabajo que permita la formación de profesionales del servicio público que abonen al desarrollo social.
“La gestión pública debe verse como el motor del desarrollo social, es aquella quien se preocupa por la planeación, ejecución y evaluación de los resultados de todas las políticas públicas, es ella quien se compone de los principios, técnicas, prácticas y procesos que propician fines y soluciones comunes, en suma, es la sangre del aparato gubernamental”, señaló.
Por su parte, la secretaria de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación de la Ciudad de México, Ofelia Angulo Guerrero, remarcó que las actividades de la Escuela de Administración Pública se suman a las acciones que se llevan a cabo en la ciudad para aumentar el porcentaje de profesionalización, lo que se refleja en la atención que se dio el año pasado a casi 109 mil estudiantes de especialidades, maestrías y doctorados, 52.2 por ciento mujeres.
Asimismo, precisó que en esta generación el 20 por ciento son especialistas de áreas de Ciencias Sociales y Derecho; el 28 por ciento de Administración y Negocios; y el 16 por ciento en relacionadas a Ciencias de la Salud, lo que ha ayudado a fortalecer las políticas en diversos ámbitos de los tres niveles de gobierno.
“Desde su creación, la escuela de Administración Pública ha permitido fortalecer las políticas de gobierno a través de la formación y especialización de las personas servidoras públicas, de todas las dependencias de gobierno, de los organismos desconcentrados, de los organismos descentralizados de la ciudad, así como de sus alcaldías, de los municipios aledaños y también en el ámbito federal. (...) La educación es muy importante para el Gobierno de la Ciudad de México, la educación rinde testimonio de la continuidad y de la eficacia de los esfuerzos educativos que despliega la Escuela de Administración Pública para fortalecer los procesos formativos de las personas servidoras públicas de la Ciudad de México”, indicó.
El titular de la Autoridad Educativa Federal en la Ciudad de México, Luis Humberto Fernández Fuentes, expresó que la Maestría en Gestión Pública para la Buena Administración ayudará a las y los servidores públicos a adquirir conocimientos y desarrollar habilidades que les permitan desempeñar su labor con ética, en beneficio de la ciudadanía.
“Un Estado es tan fuerte, como fuertes sean sus servidoras y servidores públicos. Y esto, ¿de qué depende? Depende básicamente de dos cosas: lo primero, es la honestidad, la integridad, la honradez, un servidor público solo sirve si es honesta, si es honesto; y la otra, son las capacidades que podamos desarrollar. Y precisamente por eso estamos aquí, por eso inician ustedes este camino en la academia, para tener un mayor marco ético, tener un mejor margen para tomar decisiones, pero, sobre todo, para tomar mejores decisiones para servir”, concluyó.