CRECIÓ LA MATRÍCULA DEL IEMS EN MÁS DE 44 POR CIENTO

Publicado el 11 Octubre 2022
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• Continuó el foro de disertación sobre temas educativos, en la presentación del Programa de Desarrollo Científico, Tecnológico y de Innovación 2040 de la Ciudad de México

En la continuación del foro que sirvió como marco para la presentación del Programa de Desarrollo Científico, Tecnológico y de Innovación 2040 de la Ciudad de México, se desarrolló la mesa temática “Educación media superior”, en la que la maestra Silvia Jurado Cuéllar indicó que en este nivel de enseñanza se atiende a jóvenes entre 14 y 18 años, incluso mayores en algunas escuelas, como es el caso del Instituto de Educación Media Superior (IEMS).

Aunque estos años se reconocen como de los mejores en la vida, también lo son de vulnerabilidad, pues sin un apoyo adecuado los jóvenes pueden involucrarse en grupos delincuenciales, iniciarse en el consumo de alcohol y drogas, generar adicción al Internet y no poseer orientación previa al inicio de la vida sexual, entre otras problemáticas.

En su reflexión, en la sede del Museo de la Ciudad de México, Jurado Cuéllar, directora del IEMS, expuso que para los jóvenes obtener el certificado de bachillerato cobra mucho sentido, desde el ingreso a la educación superior, la obtención de un puesto de trabajo formal, hasta demostrarse a sí mismos y a sus familias que pudieron terminar este nivel de estudios.

En México, el nivel medio superior está dividido en bachillerato general, tecnológico y profesional técnico. El primero es una preparación para ingresar a estudios superiores, mientras que el último es para sumarse directamente al campo laboral. Además, estos estudios se ofrecen en las modalidades escolarizada, a distancia y mixta.

La maestra Jurado Cuéllar añadió que en la Ciudad de México este nivel de formación se halla configurado de la siguiente manera: Centro de Estudios de la Direccional General de Bachillerato de la SEP con tres planteles; el Colegio de Bachilleres, con 17 sedes; el Colegio de Ciencias y Humanidades de la UNAM, con cinco; la Escuela Nacional Preparatoria de la UNAM, con nueve planteles, y el IEMS de la SECTEI con 28 planteles.

En la modalidad tecnológica, el Centro de Bachillerato Tecnológico Agropecuario tiene cuatro sedes; el Centro Multimodal de Estudios Científicos y Tecnológicos del Mar y Aguas Continentales, de la SEP, con un plantel.

Además, el Centro de Estudios Científicos y Tecnológicos (CECyT) del IPN tiene 17 sedes; el Centro de Estudios Tecnológicos (CET) del IPN, un plantel; los CETIS de la Dirección General de Educación Tecnológica Industrial y de Servicios, cuenta con 34 planteles.

A los anteriores se suma el bachillerato de profesionales técnicos, entre ellos el Conalep, con 27 sedes.

En su exposición, Jurado Cuéllar se refirió también al derecho a la educación, de calidad, laica y gratuita y a las acciones que ha emprendido el gobierno local para responder a este derecho, comenzando con la ampliación de la infraestructura, así como la creación de apoyos escolares.

Al respecto, citó que el IEMS ha incrementado sus sedes con seis planteles nuevos (GAM III, GAM IV, Iztapalapa V y Tláhuac III, Venustiano Carranza II y Álvaro Obregón III), con lo que se acercó este servicio educativo a la población de las periferias.

Al inicio de la actual administración, en 2018, el IEMS tenía 22 planteles y hoy son 28; igualmente se ha incrementado la matrícula de nuevo ingreso, al pasar de nueve mil 695 estudiantes en 2018 a 14 mil 030 en 2022, lo que indica un aumento de 44.7 por ciento.

En la actualidad, el Instituto ha elevado su matrícula a 30 mil 587 estudiantes con respecto a los 25 mil 982 que había en 2018.

También, Jurado Cuéllar describió las cuatro metas que propone el Plan General de Desarrollo de la Ciudad de México para la educación: erradicar el rezago educativo de los menores y reducirlo a la mitad en los demás grupos poblacionales; desarrollar las habilidades que permitan al estudiante tener acceso a la información actual y la comprensión de textos en lenguas extranjeras.

Además, fortalecer el uso de las tecnologías de la información y comunicación al servicio del aprendizaje, la enseñanza presencial y mixta, la administración escolar y la gestión educativa, además de dar continuidad y avance al programa de administración y gestión educativa.

En la mesa temática también participaron el maestro Antonio García Rodríguez, director de Asuntos Académicos de la Dirección General del IEMS, quien sostuvo que para entender a la educación media superior es necesario revisar el tema a nivel nacional, y luego local, a partir de la estadística e información dura que toda institución debe revisar para saber hacia donde se está llevando la propia institución y hacia dónde se le quiere conducir.

También intervino el maestro Ricardo García Rodríguez, representante ciudadano de Consejo de Gobierno del IEMS, quien habló sobre la importancia de esta etapa del ciclo vital, que es la adolescencia, particularidad de vida que cruzan los jóvenes y que coincide con otra crisis importante, que es la social.

En la mesa temática “Educación superior”, la doctora Alma Herrera Márquez, directora general del Instituto de Estudios Superiores Rosario Castellanos (IRC), refirió que en poco más de tres años, la institución que encabeza cuenta con más 37 mil 531 estudiantes, 22 licenciaturas, siete especialidades, siete maestrías y dos doctorados.

“Por la enorme demanda de jóvenes que hemos tenido, contamos con diez sedes en la capital”.

Cuando el Instituto de Planeación Democrática y Prospectiva (IPDP) lanzó la convocatoria, lo primero que hicimos, dijo, fue reflexionar acerca del papel de la educación superior para favorecer un desarrollo que garantice el bienestar genérico, el aprendizaje, el conocimiento y una perspectiva de inclusión.

Herrera Márquez resaltó que la educación superior debe basar su desarrollo en la responsabilidad social universitaria.

Lo anterior implica que las fronteras de la educación superior deben ser lo suficientemente permeables, no solo para hacer una extensión de la cultura, sino para cambiar paradigmas que permitan que las problemáticas del entorno constituyan la naturaleza, la fuerza crítica y el objeto de estudio de lo que se hace en la formación profesional, así como en la investigación.

El desarrollo urbano de la capital, explicó, garantizará el derecho de todas las personas a la ciudad, al reducir desigualdades entre zonas urbanas y rurales. “Por primera vez nos encontramos en la posibilidad de decidir qué tipo de ciudad queremos”.

“Lo más importante es la opinión de qué cosas tenemos que hacer desde la educación superior para que se consolide como un factor coadyuvante no sólo en el desarrollo de la ciudad, sino del sistema educativo en su conjunto”.