CDMX, BARCELONA, LA HAYA, MONTREAL Y PARÍS INTERCAMBIAN EXPERIENCIAS URBANAS ANTE COVID-19
• Exponen las respuestas ante la pandemia, mediante el intercambio de datos, conocimientos científicos y mejores prácticas a través de iniciativas internacionales
Para la Ciudad de México ha sido de gran relevancia la inclusión de la ciencia en las decisiones para enfrentar, por ejemplo, la pandemia por SARS-CoV-2, sostuvo la doctora Ofelia Angulo Guerrero, subsecretaria de Ciencia, Tecnología e Innovación, en su participación en la mesa de análisis Diplomacia científica dirigida por la ciudad. Hoja de ruta de la Nueva Agenda Urbana después de COVID-19, que se realiza en Barcelona en el marco de la Semana de la Ciencia de Berlín 2020.
En videoconferencia transmitida desde la ciudad catalana, la doctora Angulo Guerrero, en representación de la doctora Rosaura Ruiz Gutiérrez, titular de la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación de la Ciudad de México, recordó que la ciencia está incluida en la Constitución a partir de las reformas que se realizaron en 2017 y que la Ciudad de México incluyó este derecho y sus beneficios para su población.
Al ahondar en qué tipo de mecanismos se han aplicado para enfrentar la pandemia, refirió la conformación de un comité científico que se reúne semanalmente para revisar la acciones que la ciudad ha tomado y asumir nuevas.
“Desde antes de iniciar la contingencia se creó una red de instituciones (RED ECOs) que viene trabajando en conjunto con el gobierno de la ciudad y esto ha sido muy importante para enfrentar al COVID-19; empezamos a trabajar de inmediato”.
La subsecretaria también aludió a la decisión de crear una fábrica para la producción de mascarillas N95, porque desde que empezó la emergencia ante la escasez respectiva, la Ciudad en conjunto con la UNAM y una empresa conformaron un grupo para iniciar la producción de estos dispositivos.
Angulo Guerrero apuntó que otro ejemplo del papel de la ciencia y la tecnología ha sido la integración de un grupo interinstitucional para implementar una estrategia para la aplicación de miles de pruebas PCR en la Ciudad de México.
La Semana de la Ciencia de Berlín es un festival internacional de 10 días entre el 1 y el 10 de noviembre que reúne a las organizaciones científicas más innovadoras del mundo para celebrar la ciencia, conectar e involucrar a la comunidad científica internacional con el público. En esta ocasión el evento tuvo lugar en Barcelona, España.
La Semana da mayor visibilidad a ciencia, investigación e innovación. De acuerdo con los organizadores es la plataforma global para el diálogo y la colaboración entre ciencia y sociedad que inspira una comprensión más profunda de nuestro mundo.
En el inicio de la mesa, Alexis Roig, consejero delegado de Scitech DiploHub (Barcelona, Ciencia y Tecnología Centro de Diplomacia), presentador y moderador, habló sobre el papel cada vez más relevante de las ciudades en la gobernanza global y cómo las metrópolis trabajan para resolver los retos más urgentes e implementar la Agenda 2030. “Muchos de los avances más importantes en la historia de la gobernanza urbana sucedieron como respuesta a crisis globales de salud como la que enfrentamos”, dijo.
Parte de las preguntas que planteó a los participantes en la mesa fueron ¿Cómo el COVID-19 modifica nuestra comprensión actual de las ciudades y su papel en el progreso económico y social? ¿Cómo las ciudades pueden aplicar sus estrategias de diplomacia científica y tecnológica para lidiar con los retos actuales y futuros? ¿Cómo pueden obtener ventaja de sus sistemas de investigación e innovación para crear nuevas alianzas globales? ¿Cómo pueden ir más allá de sus fronteras para construir redes colaborativas para poner el conocimiento en acción?
En respuesta, Saskia Bruines, teniente de alcalde de La Haya, concejal de Asuntos Económicos, Asuntos Internacionales y Servicios Municipales, refirió que esa ciudad es parte del Movimiento 100 ciudades resilientes (100 Resilient Cities Movement), y que en el último año han tenido mucha conexión con otros países para ver el desarrollo de la pandemia.
Al respecto, dijo que la semana pasada presentaron en La Haya un plan de recuperación de COVID-19, con presupuestos para ayudar a los habitantes, negocios y organizaciones. Darán, dijo, más atención a una nueva economía al impulsar el conocimiento, la tecnología e innovación. “Invertir en la economía del futuro es muy importante para ser más resilientes en tiempos difíciles. En ese sentido, la cooperación internacional también es importante”.
Bruines resaltó que le están dando importancia al desarrollo de la energía eólica y geotérmica. “Somos la primera ciudad en Países Bajos que está desarrollando energía geotérmica en áreas altamente pobladas”.
Laia Bonet, teniente de alcalde de Barcelona para la Agenda 2030 y la Transición Digital, manifestó que las dinámicas globales constantemente afectan las de la vida diaria en la ciudad y los limitan en las capacidades de auto gobernanza.
En la crisis del COVID-19, apuntó que la necesidad de una interacción internacional efectiva que transforme realidades locales se ha vuelto muy clara. “La cooperación internacional entre estados ha sido más necesaria que antes y ha funcionado”.
Han trabajado con la Coalición de las Ciudades para Derechos Digitales (Cities Coallition for Digital Rights), una plataforma para el intercambio técnico de acciones de promoción para avanzar en los derechos digitales. En abril y mayo, la idea de una brecha de rastreo de contagios tomó fuerza para identificar la transmisión del virus. Entendieron que estas aplicaciones podían representar una amenaza a los derechos digitales. Coordinaron la emisión de recomendaciones para su implementación y la garantía de los derechos digitales de los ciudadanos.
Francois William Croteau, responsable de Smart City, TI, Innovación y Educación Superior en Ciudad de Montreal, subrayó que en esta ciudad canadiense se apoya a la investigación científica, y se colabora con la academia para desarrollar proyectos de innovación y aumentar la resiliencia de la ciudad.
“Creemos que la seguridad alimentaria y la movilidad son componentes importantes de la Agenda 2030. Para alcanzarla, las ciudades van a necesitar colaborar con sus líderes locales de innovación y ciudadanos y compartir mejores prácticas para facilitar la implementación de nuevas ideas. Esta crisis nos enseña que es más importante que nunca mejorar nuestra colaboración con otras ciudades y poner a la diplomacia científica entre ciudades en un punto prioritario”.
El director del Instituto de Estudios Avanzados de París, Saadi Lahlou, indicó que esta institución invita a científicos extranjeros a realizar investigación en la ciudad. La capital gala provee la ciudad y los recursos para financiar la estancia.
Retos y perspectivas para las ciudades
En el debate entre los ponentes, Ofelia Angulo expresó que a futuro la idea es llevar a la RED ECOs de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Ciudad de México (un esfuerzo que reúne a las universidades e instituciones educativas y de investigación para trabajar de manera colaborativa en programas trans-disciplinares e inter-institucionales con impacto social), para que las instituciones internacionales sean parte de esta red y conjuntamente se genere conocimiento para la solución de problemas de la ciudad.
Saskia Bruines consideró que se necesitará desarrollar una mejor infraestructura de colaboración. El papel de la innovación y las redes se puede volver más importante. Expuso que una red internacional de centros de actividad (hubs) también puede ayudar a conectar a los innovadores y emprendedores para que puedan colaborar.
Barcelona, aseguró Laia Bonet, tiene un plan climático y está adaptando los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 a su propia realidad. También están implementando un plan de inclusión tecnológica para asegurar que el ingreso, género, edad y nivel educativo no definan las oportunidades a las que se pueden tener acceso por medio de la digitalización y el acceso a internet.
Francois William Croteau expuso que en el proyecto que llevan a cabo para implementar analizadores de datos y compartir las mejores prácticas, la idea es planear y analizar lo que mejor funciona en nuestras respectivas ciudades, lo que fomenta una mejor colaboración entre urbes.
Saadi Lahlou externó que la clave es compartir el conocimiento científico, la investigación, las mejores prácticas y no perder el tiempo.
Saskia desestimó que la pandemia sea el fin de la centralización que ejercen las ciudades en la vida pública o que sea su declive, y lo consideró como una nueva perspectiva, “estar nuevamente juntos va a significar la prosperidad económica, algo va a cambiar, pero las ciudades seguirán siendo ciudades con diferentes pandemias, segurísimo centro de conocimiento, creatividad educación y reunión”.