AVANZA INNOVADORA PRUEBA PARA DIAGNÓSTICO OPORTUNO DE HIPERTENSIÓN

Publicado el 03 Noviembre 2022
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• Objetivo: identificar en etapas tempranas a pacientes antes de presentar daño irreversible en riñón, corazón, hígado o cerebro

•   Investigación del IPN auspiciada por la SECTEI

Sin conocerse aún las causas, se sabe que cambios en el estilo de vida como dietas adecuadas, más ejercicio y menos consumo de alcohol y de sodio contribuyen a prevenir la presión alta o, si ya está diagnosticada, evita que empeore la salud de quienes la padecen.

En México, se estima que hay 30 millones de personas que viven con hipertensión arterial, es decir, una de cada cuatro, y 46 por ciento lo desconoce. Este trastorno puede incrementar el riesgo de enfermedades cardiovasculares y renales, entre otras. En nuestro país se presentan 50 mil fallecimientos cada año y es la primera causa de muerte de personas adultas.

Se trata de un padecimiento que, al ser asintomático en sus primeras etapas, requiere de una prueba para su diagnóstico, sobre todo, si la persona presenta sobrepeso, es sedentaria, consume tabaco y tiene 40 años o más.

Para ayudar a establecer un diagnóstico oportuno y ofrecer un tratamiento adecuado antes de que el paciente desarrolle enfermedades asociadas que pueden derivar en la muerte, la doctora Doris Atenea Cerecedo Mercado, jefa del Laboratorio de Hematología de la Escuela Nacional de Medicina y Homeopatía del IPN, dedicada a estudiar el tejido sanguíneo desde hace varios años, se colocó recientemente a la vanguardia mundial luego de que su grupo de trabajo fue el primero en describir la participación del canal de sodio epitelial en las células sanguíneas.

Esta participación ya se conocía en células que poseen este canal, que es una proteína transmembrenal y se halla, por ejemplo, en epitelios de riñón, pulmón, colon y glándula salival. El descubrimiento de la científica mexicana permitió avanzar en la investigación y ahora se conoce la existencia de mutaciones en el gen que codifica esta proteína, como una de las principales causas en los hipertensos.

Al estudiar las células sanguíneas de las personas enfermas, la doctora Cerecedo observó, además, que el tejido sanguíneo (constituido por plasma, integrada por agua, y eritrocitos, leucocitos y plaquetas) estaba modificado, en especial las plaquetas, con gran cantidad de dicha proteína en las membranas.

Esta alteración hace a las células muy activas, por lo que las personas con hipertensión las tienen circulando activadas todo el tiempo y se vuelven muy sensibles a procesos de formación de coágulos o trombos de manera espontánea.

A partir de este conocimiento, Cerecedo Mercado, doctora en Ciencias Químico Biológicas por la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del IPN, se planteó el proyecto “Validación e implementación de una prueba diagnóstica para hipertensión arterial esencial”, financiado por la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación (SECTEI).

Consiste en el diseño de una prueba diagnóstica que identifique en etapas tempranas a pacientes antes de presentar un daño irreversible en riñón, corazón, hígado o cerebro.

El trabajo inició hace cuatro años en colaboración con el Instituto de Ciencia Aplicada y Tecnología de la UNAM con la doctora María Beatriz de la Mora Mojica y estudiantes de doctorado, maestría y licenciatura.

Las cifras para medir la presión arterial están establecidas por la OMS, aunque el criterio prevaleciente en México es de la Asociación Americana del Corazón, que señala que, si una persona tiene presión arterial mayor a 130 sistólica y superior a 90 diastólica, es propensa a presentar el hipertensión.

“Lo que hicimos fue proponer un biomarcador, que es el canal de sodio epitelial, que pueda distinguir entre una persona sana y una con esta condición, más allá de cualquier otro factor que pudiera alterar la lectura cuando alguien se mida la presión arterial”, expuso Cerecedo.

La parte innovadora de la prueba es el uso de una herramienta diagnóstica basada en nanopartículas de oro asociadas a un anticuerpo dirigido contra el canal de sodio en plaquetas. Esta interacción de bioconjugados (AuNPs-antiENaC-plaquetas) se mide con la utilización de un anticuerpo secundario fluorescente con ayuda de un espectrofluorómetro.

El proceso consiste en aislar las plaquetas que se acoplan al bioconjugado que, a su vez, detecta el canal de sodio epitelial y lo amplifica por las propiedades de los materiales. A partir de ello, es posible establecer los valores para determinar si se considera a un individuo con o sin hipertensión.

Para la validación de la prueba, Cerecedo Mercado cuantificó la presencia del sistema AuNPs-antiENaC-plaquetas en muestras sanguíneas de 167 pacientes que acudieron a análisis de gabinete de rutina a su clínica en la Ciudad de México y, con consentimiento informado, autorizaron la extracción de un tubo más de sangre.

“En el laboratorio se evaluó la sensibilidad y especificidad de la prueba diagnóstica basada en los bioconjugados en los 167 individuos y se determinó: 39 con presión arterial normal, 66 con hipertensión y 62 ignoraban que tenían valores de tensión arterial elevados.

Estas últimas cifras son indicativas de que la prueba propuesta basada en nanaparticulas es útil en identificar a los individuos que desconocían su enfermedad, que los derivó a un diagnóstico y manejo clínico oportunos.

“Nuestros resultados son alentadores porque presentaron valores de sensibilidad altos con relación a lo que podemos comparar, por ejemplo, con un estudio clásico de antígeno prostático, pues también obtuvimos alta especificidad”.

La validación que se realizó con el auspicio de la SECETI tuvo éxito respecto a la técnica de Cerecedo y De la Mora; la prueba continúa escalando en su desarrollo.

Para hacer un método más sencillo, que llegue a más personas y esté disponible en laboratorios de diagnóstico clínico, ambas científicas trabajan ahora con la idea de colocar el biomarcador (canal de sodio) en un papel, similar a las pruebas de embarazo que se expenden en farmacias.

Con ello se evitaría pinchar a las personas para extraer sangre y optar por otro fluido, que puede ser orina o saliva, para la detección. “Se trata de hallar siempre la mejor metodología”, manifestó la investigadora del IPN.

De la Mora Mojica, doctora en Ciencia e Ingeniería de Materiales, especialista en propiedades ópticas en nanomateriales, explicó que, para este proyecto, el uso de nanopartículas (partícula del tamaño de un nanómetro, que equivale a una mil millonésima parte de un metro) son ideales, pues dan mayor sensibilidad a los ensayos a los que se incorporan.

“Buscamos que en la prueba de papel se pueda observar el color a simple vista. Nos estamos aproximando a un método accesible para los laboratorios de análisis clínicos y los pacientes y que sea cada vez más certero. Se busca que sea un predictor y en ello confiamos porque nada interferiría con la lectura, ya que llega hasta la célula, lo que hace a nuestra prueba aún más robusta”.