ALTA SEGURIDAD Y CONTROLES DE CALIDAD EN EL TRASLADO DE MUESTRAS DE COVID

• Con apoyo de la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación (SECTEI), la UNAM elabora un insumo que garantiza la seguridad de las pruebas PCR que se aplican en la Ciudad de México.

Con la coordinación de la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación (SECTEI), entidades de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos de la Secretaría de Salud contribuyen con la producción del llamado Medio de Transporte Viral (MTV), para el traslado adecuado de las muestras provenientes de personas sospechosas de haber contraído la enfermedad, hacia los laboratorios autorizados para la realización de la prueba.

Desde marzo pasado, las Facultades de Química (FQ) y Medicina (FM), además del Instituto de Química (IQ), elaboran el MTV ante la alta demanda de este insumo. En los grupos de trabajo dedicados a esta tarea colaboran académicos y estudiantes de posgrado universitarios.

Después de un recorrido por el laboratorio de la FQ, donde se preparan los tubos con el hisopo para el levantamiento de las pruebas, el director de la Facultad, Carlos Amador Bedolla, resaltó el esfuerzo que realiza la UNAM por colaborar con el sistema de salud de la Ciudad de México, a través de la elaboración de un insumo para hacer las pruebas a pacientes que proporciona seguridad a las tomas. También informó que a la fecha ambas facultades han producido más de 160 mil Medios de Transporte.

“El MTV es una propuesta de la Facultad de Medicina, que fueron los primeros que se dieron cuenta de esta necesidad. En un principio colaboramos con ellos, pero ahora compartimos esta responsabilidad en los dos laboratorios”, dijo. Amador Bedolla añadió que estas pruebas son muy complejas, y que el último paso del proceso, que es la identificación del gen asociado con el virus, ocurre en un tipo de laboratorios con ciertas necesidades. “Hay que comprender que los MTV es uno de muchos insumos que se requieren en los servicios hospitalarios en estos tiempos”.

El Medio de Transporte es una mezcla química de sales inorgánicas disueltas en agua a pH 7.0, adicionadas de proteínas, antibióticos y un antifúngico. Su función consiste en permitir el traslado de las muestras, desde el sitio en que se realizó la recolección nasofaríngea o faríngea, hasta el laboratorio donde se ubican los equipos para realizar el análisis.

El Medio debe garantizar que las células y partículas virales en el hisopo con que se tomó la muestra no sean dañadas en el trayecto-tiempo en que tarden en llegar a los laboratorios para que el resultado sea confiable y se eviten resultados falsos negativos.

Tanto los antibióticos y el antifúngico se adicionan para inhibir la microbiota habitual (bacterias y hongos); estas sustancias acompañan a las células de la faringe y a las partículas virales e impiden que interfieran en el análisis.

Por su parte, la doctora Yolanda López Vidal, responsable del Programa de Inmunología Molecular Microbiana de la FM, señaló que, en el laboratorio de esa Facultad, semanalmente se están elaborando hasta 10 mil piezas.

López Vidal aclaró que la producción está destinada a las diferentes instancias del sector salud de la ciudad, y que el costo promedio por cada pieza es de 45 pesos, muy por debajo del precio en el mercado internacional.

A su vez, el doctor Rodolfo Pastelín Palacios, del Departamento de Biología de la FQ, explicó que en esta tarea participan cinco profesores, dos doctores y tres estudiantes de licenciatura.

Un método complejo El proceso de elaboración del MTV se realiza de acuerdo con los POEs (Procedimientos Operativos Estandarizados), los cuales se basan en el documento “Lineamientos para la vigilancia por el Laboratorio de la influenza y otros virus respiratorios”, publicado por el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos.

El primer paso es la esterilización del material. Después, se pesan los componentes que incluyen albúmina, antibióticos, un antimicótico y las sales minerales que constituyen la solución balanceada de Hank y, posteriormente, se disuelven en agua desionizada, se ajustan y se esterilizan.

A continuación, se realiza el envasado en tubos cónicos estériles, libres de pirógenos (DNAsas y RNAsas) dosificando 2.5 mL de medio en cada uno. Este método también se realiza con el apoyo de un gabinete de bioseguridad clase II, previamente esterilizado con luz ultravioleta.

Luego, los MTV se empaquetan: cada unidad se embala con plástico y se añade una etiqueta que señala el lote, composición e indicaciones sobre su transporte y almacenamiento; después permanecen en refrigeración hasta que son enviados a sus usuarios finales.

El proceso concluye con la entrega de las muestras a instituciones como el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y de Nutrición Salvador Zubirán y el Instituto Nacional de Medicina Genómica.