SE REQUIEREN POLÍTICAS PÚBLICAS PARA ATENDER A COMUNIDADES AFRODESCENDIENTES

Publicado el 07 Abril 2021
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• La doctora María Elisa Velázquez Gutiérrez, del INAH, ofreció una conferencia sobre esas comunidades en una nueva sesión del Seminario México Tecnochtitlan. Siete siglos de historia

En una nueva sesión del Seminario México Tecnochtitlan. Siete siglos de historia, que esta vez abordó el tema Afrodescendientes en la Nueva España, la doctora María Elisa Velázquez Gutiérrez estableció que estas comunidades aún enfrentan condiciones de pobreza, discriminación y racismo; es muy importante reconocer su historia y derechos, actuales problemáticas e implementar políticas públicas para mejorar sus condiciones. En el foro, auspiciado por la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación (SECTEI) refirió que, actualmente, hay cerca de dos millones 600 mil personas que se reconocen como afromexicanas. Licenciada en Sociología por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) la también doctora en antropología por el INAH reconoció que este tema ha sido poco difundido, aunque en los últimos años ha habido más trabajos de difusión sobre un tópico fundamental para entender la composición de la sociedad mexicana. Velázquez Gutiérrez consideró “que la historia de estas poblaciones ha sido una de discriminación, sobre todo por el olvido y menosprecio, especialmente desde el siglo XIX”. La profesora e investigadora del Instituto Nacional de Antropología (INAH), ampliamente reconocida por su trabajo sobre estas poblaciones, rememoró que desde el siglo XV, quizá décadas antes, empezó el comercio de personas esclavizadas. Fue una actividad común en las sociedades del mundo de entonces. Los primeros africanos que llegaron a la Nueva España -detalló- lo hicieron a través de las exploraciones de los conquistadores, como las emprendidas por Hernán Cortés, Francisco de Montejo y Pedro de Alvarado. Una de las razones por las que llegaron a la Nueva España se debió a la caída drástica de las poblaciones indígenas por la llegada de los conquistadores y las epidemias, como la viruela, que diezmó a esas comunidades. Otro motivo fue la prohibición de esclavitud indígena (1542) pues ello propició que los y las africanas fueran entonces un grupo esclavizable. La socióloga evocó las investigaciones de Gonzalo Aguirre Beltrán que muestran que la población indígena pese a la caída demográfica siempre fue mayoría en la Nueva España, pero la africana, en varios periodos fue mayor frente a la europea, específicamente a la española; llegaron a ser el segundo grupo demográfico más importante en la sociedad novohispana. También, explicó que había distintas vías para conseguir la libertad. Por testamento, los amos y dueños la otorgaban por haber sido criados o atendidos en la vejez o la misma compra. La gente ahorraba dinero que obtenía tras realizar actividades comerciales, aunque también escapaban, huían o, simplemente, nacían libres. Al respecto, señaló que muchos esclavos africanos se casaron con indígenas y, por lo tanto, sus hijos nacieron libres. “Los vientres de mujeres indígenas, desde 1542, eran libres, y esta fue una forma en la que muchos afrodescendientes pudieron nacer en libertad”. Una sociedad estatificada como la novohispana, registró grandes diferencias económicas y desigualdades; sin embargo, durante los dos primeros siglos permitió convivencia e intercambio social. “Fue posible porque se registraron los matrimonios mixtos entre distintos grupos culturales”. Velázquez Guerrero externó que los prejuicios y estereotipos sobre las razas no existían hasta el siglo XVIII. “La raza es un invento de los naturalistas del siglo XVIII, un concepto pseudo científico para diferenciar a lo grupos humanos. Hoy en día sabemos que razas no existen, pues se trata de variabilidades genéticas muy insignificantes. Esas clasificaciones sirvieron para justificar la explotación y la esclavitud de miles de personas”. En los siglos XVIII y XIX, a Brasil llegaron alrededor de cinco millones de esclavos, mientras que, en la nueva España, casi 250 mil, y aunque no es una cifra significativa, la población africana se reprodujo rápida y extensivamente”. Además, aludió que tras años de lucha de organizaciones afromexicanas recientemente se reconocieron a estas poblaciones en la Constitución. En su intervención, la doctora Ofelia Angulo Guerrero, subsecretaria de Ciencia, Tecnología e Información de la SECTEI, moderadora del encuentro, resaltó la importancia del tema que ha sido poco explorado.