EL 10 POR CIENTO DE PERSONAS DIABÉTICAS EN EL PAÍS DESCONOCE QUE PADECE LA ENFERMEDAD
• Este desconocimiento hace altamente compleja la atención, tanto a nivel personal como del sistema de salud
Con una serie de advertencias sobre complicaciones graves en pacientes diabéticos y la necesidad de acudir al médico, se realizó una nueva sesión del Seminario Prevenir es Vivir, organizado por la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación (SECTEI), en la que se hizo énfasis en lo complejo que resulta en materia de salud el hecho de que el 10 por ciento de quienes padecen esta enfermedad en el país no sabe que vive con ella.
En esta ocasión, la doctora Dulce Abril Mena Orozco, del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, abordó el tema “¡Urgencias médicas relacionadas con la diabetes! ¿Cómo prevenirlas?”, indicando que la cetoacidosis diabética es una complicación grave del padecimiento, bajo la cual el cuerpo produce en la sangre un exceso de ácidos llamados cetonas.
Esta condición se caracteriza por una deficiencia considerable de insulina y un incremento de otras hormonas contrarreguladoras, asociadas a una glucosa frecuentemente superior a los 250 miligramos por decilitro (mg/dl). Precisó que ello es común en personas mayores de 65 años.
La variante no solo se presenta en pacientes con diabetes tipo 1, sino también en aquellos con la 2, tanto de reciente diagnóstico como los que llevan tiempo con el uso de la insulina. “El consumo de alcohol en exceso o de ciertos fármacos también pueden predisponer la aparición”, apuntó.
Mena Orozco citó algunos síntomas: sed extrema, ingesta de agua en abundancia, orina frecuente, náuseas, vómito, dolor abdominal, cansancio excesivo, alteraciones visuales y mentales, sueño excesivo, aliento con olor afrutado, dificultad para respirar, palpitaciones y pérdida de peso.
La también especialista en endocrinología enumeró algunas medidas preventivas: medición de glucosa que deberá ser menor a 130 mg/dl en ayunas, y abajo de 180 mg/dl dos horas después del consumo de los alimentos; monitoreo continuo, especialmente en pacientes que emplean insulina de forma intensiva; además de una adecuada hidratación con líquidos sin azúcares añadidos.
La otra condición diabética, dijo, igualmente grave y mortal es el estado hiperosmolar hiperglucémico, caracterizado por deficiencia de insulina, deshidratación aguda y niveles de glucosa en la sangre mayores a 600 mg/dl. Entre los factores de riesgo se encuentran: infecciones agudas en vías urinarias, enfermedad vascular cerebral, infartos y deshidratación extrema. Los síntomas se presentan con confusiones o desorientaciones, aumento de la frecuencia urinaria, orina concentrada, incremento de sed y, por ende, la necesidad de ingerir más líquidos, además de fiebre.
La manera más eficaz para prevenir este estado, indicó, es el monitoreo continuo de glucosa, aunado al seguimiento oportuno y ajustes en el tratamiento de diabetes, monitoreo de al menos cuatro veces al día, hidratación adecuada, y contactar al médico si los niveles persisten por arriba de los 300 o 400 mg/dl.
La fórmula para comenzar a resolver algunos problemas de la enfermedad y evitar riesgos, incluso mortales, especialmente si se adquieren otros padecimientos como neumonía, infección de vías urinarias y ausencia de apetito, es el aumento del monitoreo, supervisión de las dosis correctas de insulina, incremento en la hidratación con bebidas no endulzadas y regularizar el horario de comidas.
La tercera complicación aguda de la enfermedad diabética está relacionada con la glucosa baja y se llama hipoglucemia. Se trata de glucosa que empieza a bajar a partir de los 70 mg/dl, y se considera así se presenten o no síntomas, pero cuando los hay se identifican como temblores, palpitaciones, ansiedad, mucho apetito, mareo, visión borrosa, fatiga, dolor de cabeza, e incluso desmayo.
La especialista explicó que los factores de riesgo vigilables incluyen el uso de medicamentos del grupo de las sulfonilureas, insulina, suspensión de alimentos, dietas bajas en carbohidratos y ejercicio excesivo, entre otras. Las personas con más riesgo son los pacientes con diabetes de larga duración y de avanzada edad.
En caso de una hipoglucemia grave, en la que llega a perderse el conocimiento, es necesario el uso de medicamentos prescritos por un médico, así como someterse a una valoración profesional para conocer las estrategias que eviten la baja de glucosa.
El doctor Adolfo Romero Garibay, director general de la Universidad de la Salud (Unisa), agradeció la anfitrionía a los integrantes del PILARES “Ratón” Macías, en la alcaldía Cuauhtémoc, donde resaltó la relevancia del Seminario Prevenir es Vivir, que forma parte del Programa Salud en tu Vida. Salud para el Bienestar del Gobierno de la Ciudad de México, tanto como un tema preventivo como de orientación para quienes padecen la enfermedad, así como un aviso para acudir al médico si se presentan algunos síntomas, especialmente en aquellos que no saben que la padecen. Hoy el 10 por ciento de enfermos está en esta condición, alertó.